Croquetas de pollo


Para hacer estas deliciosas croquetas se aprovechan los restos de carne de pollo que sobra cuando se hace un caldo o un asado. Junto a una salsa bechamel son un plato perfecto para comer en un día de campo o playa, pues están buenas tanto calientes como frías.

Croquetas de pollo

Ingredientes
  • 200 g. de restos de pollo hervido o asado.
  • 1 huevo.
  • Pan rallado.
  • Aceite de oliva.
  • Canela.
Para la bechamel
  • 1 cucharada de mantequilla.
  • 3 cucharadas de harina de trigo.
  • 2 vasos de leche o caldo de verduras.
  • 1 cebolla rallada.
  • Pimienta negra o blanca.
  • Sal.

Dificultad: Entretenido.

Preparación

Lo primero que hay que hacer es la bechamel. Para ello pon al fuego una sartén o cazo hondo y echa la mantequilla, cuando esté caliente añade la cebolla rallada para rehogarla y cuando pierda el color crudo agrega la harina y remuévelo todo hasta que vaya espesando y quede bien mezclado. Echa entonces la leche o el caldo, salpimenta, añade una pizca de canela y deja a fuego lento sin dejar de remover para que no queden grumos hasta que tenga una consistencia más espesa que líquida, como una crema. Si está muy espeso puedes añadir más leche o caldo. 

Tritura el pollo o pícalo en trozos muy pequeños y mézclalo muy bien con la bechamel, todo en frío, prueba de sal y rectifica si es necesario. Pasa esta masa a un recipiente de tamaño adecuado y déjala reposar en el frigorífico durante varias horas. Lo ideal es preparar la masa por la noche para hacer las croquetas al día siguiente, así también se podrán manejar mejor.

Puedes preparar las croquetas un par de horas antes de comerlas. Para ello ten a mano un plato con el huevo batido y otro con el pan rallado, una o dos cucharas grandes y un plato más o una fuente llana grande para ir dejándolas según las vas preparando.

Saca la masa de las croquetas que dejaste en la nevera y con dos cucharas o con las manos le das la forma a las croquetas. Las pasas por el huevo batido, después por el pan rallado y las vas dejando en la fuente una al lado de la otra. Cuando las tengas todas guárdalas en el frigorífico durante más o menos 1 hora más.

Ha llegado el momento de cocinarlas. Pon al fuego una sartén con la cantidad de aceite suficiente para que las croquetas queden casi cubiertas, al menos por la mitad, mientras se fríen. Fríelas en el aceite bien caliente y en tandas de cuatro o cinco o más, según su tamaño, dándoles la vuelta cuando sea necesario hasta que estén doradas por todos sus lados. Al sacarlas déjalas en un plato con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. En unos minutos ya podrás comerlas calentitas, o comerlas frías más tarde que también están muy buenas.

Más: Con las cantidades de esta receta saldrán unas 20 croquetas, dependiendo del tamaño que les hayas dado. Si no quieres freírlas todas puedes congelar algunas y las tendrás listas para freír cualquier otro día. Puedes usar aceite de oliva, margarina o aceite de girasol en lugar de mantequilla para hacer la salsa bechamel.

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